sábado, 6 de septiembre de 2008

Día 02: O la mística del tranchete by Super-Edwardian

Otra noche sin dormir XD, pero bueno, para eso ya hay tiempo en otros momentos. Nos levantamos a las 8.30 de la mañana para terminar todo a tiempo, y con la intención de tener un ratito para bajar a la tienda de telas (eso de estar en rebajas con 3x2 y cosas a 1 € el metro es un buen aliciente). Evidentemente no nos dio tiempo a nada y la habitación se convirtió en un caos, pero llegamos... tarde pero llegamos XD. La mañana se pasó en un tris entre peinarnos, preparar la comida para el regimiento (que mi madre estaba convencida que llevaba poca comida para Sorcha y para mi ¬¬), y decir chorradas varias, porque para maquillarnos y vestirnos no tardamos nada. Pero tuvimos que recurrir a un taxi si no queríamos llegar escandalosamente tarde.

El taxista fue la primera víctima el pobre, Miss Adler se emocionó y empezó a hablarle de obras de teatro, ensayos y demás (por suerte no de partes pudendas XD), y el señor resultó ser también un aficionado, que no creo que si los escogemos nos habría salido tan bien XD, y ya se había vestido de nuestra guisa en al menos una ocasión.

Cuando por fin llegamos a la puerta y no vimos a nadie sufrimos un pequeño momento de pánico, pero por suerte las plumas de Doña Rosario se veían de lejos y las pudimos encontrar pronto. Empezó entonces la ronda de abrazos desaforados, grititos, besos y demás hasta que todas fuimos debidamente presentadas y emprendimos camino hacia nuestro destino, un gran misterio todavía (básicamente porque no se me ocurrió preguntar ¬¬), pero a cada paso alguien nos paraba a preguntar porqué íbamos así, o simplemente a pedirnos una fotografía, por lo que nuestro paso fue lento con avaricia XD, creo que no exageraría si dijera que tardamos 20 minutos en llegar a la fuente XD, dónde nos pararon, y ya de paso aprovechamos para hacer unas cuantas fotos más, tan sólo por si nos quedábamos sin ninguna y esas cosas XD. Mientras estábamos en ello sonó mi apocalíptico teléfono (Carmina Burana es lo que suele tener, pero me sigue gustando ^^) y una voz femenina empezó a hablarme y a preguntar por nuestra ubicación, al principio he de reconocer que me quedé un poco desconcertada, más que nada porque soy un imán para sucesos extraños, pero a mitad de la conversación paró un momento a respirar y se presentó como la Signora Camilleri, una vez aclarado todo y colgado el teléfono pude constatar que es un torbellino adorable ^^. Y de paso también comprobar con Miss Adler que uno de los Men In Black de la exposición estaba frente a nosotras tomándonos fotos!0_0.

Nos costó lo nuestro llegar al Palacio de Cristal (me enteré por la Signora Camilleri, que si no seguiría sin ocurrírseme preguntar), pero lo hicimos y pudimos abrazar por fin in situ al torbellino, y saludar a su familia. Buscamos un lugar apropiado para extender nuestras mantas y en nada establecimos campamento. Empezamos a comer y tras probar el delicioso sándwich de pollo de Eleanor y picotear algo más (perdón Edward sólo probé uno de tus pasteles pero estaban muy ricos ;D), vale no comí mucho pero lo suficiente como para aguantar la tarde y poder dedicarme a corretear por todos lados cámara en mano. Disfruté como una enana acribillando a la gente de fotografías ^^. Y siendo acribillada por Lady Miranda que me sacó unas fotos preciosas, me avergonzó un poco posar ante la cámara, pero salí tan bien que poco importa ^^.

Al volver nos encontramos con que Lady Brandon, el Coronel, y Mister Elder acababan de llegar, los tres estaban radiantes y su cesta ¡impresionante!. Pronto comenzó la primera tanda de croquet, pero yo preferí quedarme charlando un poco con todo el mundo y probando el delicioso té que la Signora Camilleri nos trajo. En la segunda ya participé y he de decir que es un juego de lo más adictivo, ¡Me encanto!, aunque siempre le guardaré que me eliminara por confusión Mister Elder ¬¬... XD, evidentemente ganó Miss Adler y tras ello recogimos el juego y acompañamos a los demás que en ese momento se encontraban jugando a la gallinita ciega. Momento en el que preferí únicamente observar pues los despistes y las posturas eran de lo más graciosos.

Durante el juego de la gallinita ciega sufrí también uno de esos momentos chocantes, cuando estando sentada tranquilamente charlando, levante la vista y ví la pequeña ladera que había junto a nosotros completamente llena de gente y todas acomodadas mirándonos O_O. Fue un poco rarito si, pero no me duró mucho porque la conversación estaba muy interesante, además que me acomodé tranquilamente en el regazo de Lady Rebecca (otro solete de mujer), y me quedé algo traspuesta, hasta que Lady Sorcha me despertó, desconsiderada ella, una ya no puede ni dormir tranquila... pero Mr. Middleton no estaba de a cuerdo en que me fuera y tomó con fuerza mis cabellos XD, ¡no había quien los soltara! El muy picarón... XD.

También conversamos telefónicamente con la Señorita Ament, y la Señorita MacCleland, con quien por fin pude compartir unas agradables palabras y, de paso, escuchar su dulce voz por primera vez .

Después ya estuvimos charlando un poco más pero era el momento de retirarnos para poder estar listas, y un tanto recompuestas para la cena. Volvimos al hostal y estuvimos vagueando un rato, hasta que, como no... Salimos tarde para no variar XD. Tomamos un taxi, esta vez con un taxista algo más silencioso (que parece que nos habían tocado todos los cotorros), el destino que nos esperaba era la Sociedad Geográfica, aunque en ese momento no lo sabíamos, y aunque lo supiéramos tampoco nos habría dicho mucho. Al llegar Lady Brandon, el Coronel, Mister Elder y una amiga de estos nos esperaban y charlamos un rato más, escaso eso sí, hasta que empezó a llegar todo el mundo. En espera a que todos nos reuniéramos Lady Àyden y una servidora pasamos a dar nota al maître, que llevaba colgada una sonrisa de oreja a oreja, pero bueno. Después aproveché un momento para conversar con la Signora Camilleri, su esposo y Lord Edward que llevaban ya un rato esperando y disfrutando de una agradable conversación de viajes.

Una vez reunidos todos subimos las escaleras franqueadas por dos maravillosos mascarones de proa, y nos acomodamos en la mesa del fondo. El lugar, absolutamente ideal, hasta los mantelitos de papel eran ideales, (tanto que ahora mismo está en mi casa XD) nos dio el perfecto refugio para la cena. Charlamos, comimos y bebimos, y de paso comprobé que si te aprietas un poco más el corsé, a la comida le cuesta más pasar, y lógicamente cuesta más comer, pero si lo pago lo como y el condenado filete entró entero, costó pero lo logré, eso sí sólo pensar en comida después de eso me habría provocado un victoriano vahído. Por cierto, que en mitad de la cena la Señorita Harker con todo su habitual desparpajo nos regalaron con su presencia e ingenio, y de paso con novedades sobre el REV de Harry Potter (¡horror!, es el mismo mes que Almendralejo. El año que viene me biloco)

Todo el mundo charlaba con todo el mundo y la gente se pasaba más tiempo de pie que sentada, conversando con aquellas personas que durante el picnic habían estado lejos. Doña Rosario, Lady Rebecca y Miss Siddons, le dieron alegremente a la sangría y terminaron muy felices y acaloradas, pero absolutamente encantadoras. Pero, al final todo se acaba y la gente, debido a la hora, tuvo que empezar a despedirse. Los primeros en retirarse fueros los Señores Camilleri y Lord Edward, que debían coger carretera de Guadalajara, y se nota... fue un momento triste, como decir lo contrario, pues ya se notaba que poco a poco la cosa llegaba a su fin, cosa que no quería que ocurriera. Después les siguieron los Brandon, que al día siguiente también debían coger carretera y, poco a poco el grupo se fue reduciendo, Lady Angélica y Lady Miranda... y finalmente nosotras porque a pesar de que mi cuerpo y mi mente me pedían marcha, Lady Sorcha se encontraba mal y había que acompañarla al Hostal. Quedamos con Mister Elder para desayunar en el Crispy Creme a la mañana siguiente, y dejamos con pena el local.

Pena porque un maravilloso día había llegado a su fin, y yo no quería que acabara. Llegamos al hostal y, lo bueno del caso es que la luz no se apagó hasta poco antes de que Miss Spearhead llegara ¬¬. Evidentemente también ese año tuvimos nuestro incidente, en esta ocasión una señora algo tomada descubrió a un señor, también algo tomado, haciendo sus necesidades en la calle, y se puso a gritarle barbaridades durante bastante tiempo...


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