domingo, 19 de abril de 2009

Stanley Struble: "Xibalbá. Tras el último código Maya"




Autor: Stanley Struble
Libro:
Xibalbá. Tras el último código Maya (Xibalbá)
Editorial:
Nowtilus
I.S.B.N.: 978-84-671-7196-9


Resumen:

" México, siglo XVI. El obispo español Diego Landa ordena la destrucción de todas las imágenes y los libros mayas. Sin embargo, el chamán Caracol Rojo logra huir de la mítica ciudad de Chichén Itzá hacia la jungla de Lacandon con dos códices y una estela de piedra para salvarlos de la quema. Con el poco tiempo del que dispone, consigue esconder los libros en una cueva antes de ser capturado por los españoles. A pesar de las torturas, muere sin revelar su secreto.

Quinientos años después, una antigua estela aparece en el Instituto Smithsonian en Washington. La arqueóloga Karen Dumas logra descifrar su contenido: el mensaje revela la localización de los libros mayas perdidos. Viaja a San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, en México, para encontrarse con el arqueólogo David Wolf. Juntos emprenderán una trepidante búsqueda llena de aventuras, suspense, intriga y amor, en un país dominado por el tráfico de drogas y las guerrillas zapatistas."



Pedí que me lo regalaran con ciertos reparos, ya que la sinopsis daba a entender que el tema de los libros mayas puede que quedara en un segundo plano. Pero, aún así, me arriesgué, y lo cierto es que el tema de los libros mayas no sólo lo queda en un segundo plano, sino que su aparición es casi anecdótica.

Podría decirse que el libro no es más que una historia de las aventuras y desventuras de una chica americana en la selva, exactamente en Chiapas. Lo que ya puede dar una pista de lo que te vas a encontrar.

Es un libro bastante crudo y realista pero, llega incluso a resultar interesante a pesar de la tendencia de todo ser vivo a soltar "chingada!" a cada momento, o a la deplorable corrección del libro, si es que existe... Puede que resulte un poco picajosa pero si pago 20 € por un mísero libro en cartoné (que ya tiene delito que ni tan siquiera sea en tapa dura...), me gustaría que las frases fueran comprensibles, y que la vista no doliera cada dos por tres a casa de alguna patada al diccionario.

A pesar de todo el libro ha estado bastante bien.

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